En el Evangelio de hoy Jesús se nos
presenta como un verdadero Profeta dotado de autoridad en el sentido en el que
aparece en palabras de Moisés en la primera lectura. Una persona que habla con autoridad
despertando el interior de la gente de tal forma que una palabra suya, una
orden, es capaz de liberar a un endemoniado. Su palabra liberadora y
regeneradora toca el corazón de las personas, de una forma que sólo puede
surgir de su experiencia de Dios. La coherencia del mensaje de Jesús y su
fuerza es tal, que trasforma la realidad de quienes la escuchan.
Ojalá nosotros seamos capaces de
escuchar la Palabra de Dios de tal forma que nos veamos regenerados y podamos
capaces de expulsar de nuestro interior todo aquello que nos oprime y nos aleja
de Dios.
DIOS
NOS HABLA. CONTEMPLAMOS SU PALABRA
I
LECTURA
El
compromiso del profeta es enorme: tiene que anunciar la Palabra de Dios en
forma plena, sincera, sin oscuridades ni acomodamientos. Esa es la invitación y
el compromiso para nosotros, también profetas, sacerdotes y reyes.
Lectura
del libro del Deuteronomio 18, 15-20
Moisés dijo al pueblo: El Señor, tu
Dios, te suscitará un profeta como yo; lo hará surgir de entre ustedes, de
entre tus hermanos, y es a él a quien escucharán. Esto es precisamente lo que
pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea, cuando dijiste:
“No quiero seguir escuchando la voz del Señor, mi Dios, ni miraré más este gran
fuego, porque de lo contrario moriré”. Entonces el Señor me dijo: “Lo que
acaban de decir está muy bien. Por eso, suscitaré entre sus hermanos un profeta
semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él dirá todo lo que yo le
ordene. Al que no escuche mis palabras, las que este profeta pronuncie en mi
nombre, yo mismo le pediré cuenta. Y si un profeta se atreve a pronunciar en mi
Nombre una palabra que yo no le he ordenado decir, o si habla en nombre de
otros dioses, ese profeta morirá”.
Palabra de Dios.
Salmo
94, 1-2. 6-9
R.
Ojalá hoy escuchen la voz del Señor.
¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,
aclamemos a la Roca que nos salva! ¡Lleguemos hasta él dándole gracias,
aclamemos con música al Señor! R.
¡Entren, inclinémonos para adorarlo!
¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó! Porque él es nuestro Dios, y
nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. R.
Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: “No
endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto,
cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”. R.
II
LECTURA
Si
bien este texto sugiere llevar una vida célibe, sabemos que no es un consejo
para todos los cristianos y cristianas, sino solo para aquellos que son
llamados para ese estilo de vida. Más adelante, Pablo recomienda el matrimonio
cristiano para vivir una vida santa. De cualquier modo, un buen estilo de vida
siempre es un camino para vivir y construir el Reino de Dios.
Lectura
de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 7, 32-35
Hermanos: Yo quiero que ustedes vivan
sin inquietudes. El que no tiene mujer se preocupa de las cosas del Señor,
buscando cómo agradar al Señor. En cambio, el que tiene mujer se preocupa de
las cosas de este mundo, buscando cómo agradar a su mujer, y así su corazón
está dividido. También la mujer soltera, lo mismo que la virgen, se preocupa de
las cosas del Señor, tratando de ser santa en el cuerpo y en el espíritu. La
mujer casada, en cambio, se preocupa de las cosas de este mundo, buscando cómo
agradar a su marido. Les he dicho estas cosas para el bien de ustedes, no para
ponerles un obstáculo, sino para que ustedes hagan lo que es más conveniente y
se entreguen totalmente al Señor.
Palabra de Dios.
ALELUYA Mt 4, 16
Aleluya. El pueblo que se hallaba en
tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la
muerte, se levantó una luz. Aleluya.
EVANGELIO
¿Qué
es enseñar con autoridad? Es tener la certeza de que lo enseñado es realmente
creído por quien lo anuncia. Y no solo creído, sino también vivido. Se trata de
todo un compromiso y un desafío para que lo que anunciamos sea creíble por
todos.
Ì Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Marcos 1, 21-28
Jesús entró en Cafarnaúm, y cuando llegó
el sábado, fue a la sinagoga y comenzó a enseñar. Todos estaban asombrados de
su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los
escribas. Y había en la sinagoga de ellos un hombre poseído de un espíritu
impuro, que comenzó a gritar; “¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has
venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”. Pero
Jesús lo increpó, diciendo: “Cállate y sal de este hombre”. El espíritu impuro
lo sacudió violentamente, y dando un alarido, salió de ese hombre. Todos
quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: “¿Qué es esto? ¡Enseña de
una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y
éstos le obedecen!”. Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en
toda la región de Galilea.
Palabra del Señor.
MEDITAMOS
LA PALABRA DE DIOS
La Primera Lectura nos anuncia la venida
de varios profetas. De uno que será un profeta, que surgirá de entre los hermanos,
que será uno de ellos. A la vez Dios denuncia la existencia de falsos profetas
que no anunciaran su palabra sino la suya propia.
Moisés aparece en el texto como
mediador, que anuncia la venida de otro, un profeta que dará plenitud a la
comunicación con Dios.
En una época convulsa llena de adivinos
y lectores de augurios, el profetismo deuteronómico presenta una alternativa,
un contramodelo, denunciando la existencia de esos falsos profetas. El
verdadero profeta descubre la palabra de Dios en la profundidad de su interior
y lee su huella en la realidad de los hombres, en su propia realidad.
Para nosotros Jesús es el culmen de la
tradición profética que recorre toda la Escritura, porque en el encontramos la
revelación plena.
El salmo es un himno de alabanza en
línea con la Primera Lectura que destaca la importancia de escuchar la Voz de
Dios, “Ojalá escuchéis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón”. Solamente
con el corazón abierto se puede escuchar de verdad si se pretende que algo de
lo que te digan tenga algún tipo de influencia real en tu vida. El Salmo, no
habla de los oídos, de oír, como oímos todos los días los cientos de noticias
que nos presentan y que no cambian en nada nuestra realidad. Las oímos y las
olvidamos. El Salmo habla de escuchar y de escuchar con el corazón abierto, que
es la única de escuchar de verdad. Y Dios sabe que ya ha pasado, que pasa y que
seguirá pasando, que el habla y nosotros no le oímos, pero no por eso deja de
hablarnos a todos y cada uno de nosotros.
En la Segunda Lectura San Pablo esta
responder a las preguntas que le envían de la Comunidad de Corinto que
empezaron el Domingo Pasado. La realidad de Corinto en esa época condiciona
lógicamente su respuesta. Corinto era el puerto de tránsito entre Oriente y
Occidente en el Imperio Romano, uniendo el Peloponeso con la Grecia continental
y la Península Balcánica, y era tan famosa por la prostitución como por el
comercio y la producción de cerámica.
En esa realidad Pablo ensalza los
valores de dedicación al Señor desde el celibato realizando una comparación
desde su propia realidad. Hay que tener en cuenta que en esa época, se esperaba
una venida inminente de Jesús y el final de los tiempos. Además la realidad del
hombre y de la mujer estaba claramente diferenciados en los espacios público y
doméstico.
Pablo no ensalza un modelo de vida
porque sí, sino como medio para servir a Dios y a los hermanos. Ese medio para
servir a Dios hoy puede ser perfectamente la familia. Necesitamos familias
cristianas que sirvan como primer vehículo trasmisor de la fe tanto como
célibes encargados de los ministerios eclesiásticos, dado que ambos se
complementan. Sin fe vivida y compartida en las familias de poco sirven
anuncios lejanos en Iglesias vacías, y familias que no pueden a recibir los
sacramentos por ausencia de sacerdotes tampoco pueden decir que viven una fe de
forma plena. Por lo tanto, lo que Pablo nos dice hoy, es que sea cual sea
nuestra forma de vida, ésta debe de estar dedicada al Señor.
En el Evangelio Marcos nos describe la
primera actuación de Jesús en Cafarnaún después de haber llamado a sus
discípulos. El texto forma parte de un relato más amplio que se conoce como “la
jornada de Cafarnaún”.
Jesús comienza el sábado acudiendo a la
sinagoga y comentado la Escritura. Es curioso que a pesar de no haber recibido
formación rabínica, Jesús les deja extrañados por la autoridad (exousía) de sus
palabras. Esta autoridad nos pone en sintonía con el profetismo al que se
refería la primera lectura, el que nace de la voz de Dios en nuestro interior,
es una autoridad que no se puede aprender.
El texto no aclara de qué estaba
hablando Jesús, pero por coherencia de la acción está claro que sus palabras
son liberadoras y fuente de vida.
Jesús convierte sus palabras en obras,
dando una coherencia total a su mensaje. Jesús habla y su propia palabra
trasforma la realidad de quienes le escuchan. El mal del endemoniado sale de él
tras escuchar la Palabra de Jesús.
La liberación endemoniado habla
claramente de un mensaje regenerador, de una buena noticia que crea una nueva
vida al que le escucha. Hay que tener en cuenta el estigma que suponía en esa
época la enfermedad y el sentido teológico de castigo por las faltas propias o
paternas que tenía. Jesús se dirige a él directamente y le libera.
Cuando el endemoniado escucho la orden
de Jesús se retorció y dio un grito antes de salir. ¿Qué pasa en nuestros
corazones cuando escuchamos el mensaje de Jesús que denuncia nuestras miserias
y anuncia que podemos vivir de otra manera? ¿No se retuercen en cierta forma
nuestros estómagos cuando vemos imágenes de dolor, de la guerra, de
sufrimiento?
Pues, ojalá ese retorcerse sirva para
que la apatía, la pereza la comodidad, el conformismo o el fatalismo salgan de
nosotros y dejen espacio en nuestro corazón para el mensaje liberador del amor
de Dios que nos empuje a cambiar primero en nuestro interior para después poder
contribuir a cambiar nuestro entorno.
No es un cambio indoloro, pero si es un
cambio necesario y liberador.
ESTUDIO
BÍBLICO
Jesús enseña con "autoridad"
liberadora
Iª
Lectura: Deuteronomio (18,15-20): El anhelo de un “profeta” verdadero
I.1. La primera lectura es un texto de
los llamados “programáticos” en la teología deuteronomista, una teología de
inspiración profética, que habría de dar como fruto una reforma en tiempos del
rey Josías (621 a. C). Porque el libro del Deuteronomio sirvió como apoyo a los
israelitas piadosos, que trasladados a Judá después del 721 a. C., traerían sus
mejores tradiciones religiosas. Estos habrían de influir en algún círculo
profético, que ponía su mente y su corazón en una vida más concorde con la
Alianza que Dios hizo con Moisés en beneficio del pueblo. Aunque ahora ciertas
cosas nos parezcan tradicionales, en aquél entonces eran verdaderamente
renovadoras frente a los círculos del poder religioso, social y político.
I.2. En este texto se nos habla de la
comunicación directa con Dios y de la transmisión de su palabra. En él se
presenta a Moisés como mediador, pero anuncia un profeta definitivo que llevará
a plenitud esa comunicación con Dios. Es un texto que ha venido a ser muy
sugerente y del que se han valido casi siempre los que esperaban mucho más de
la religión del Israel. El “profeta” no está definido y se presenta como verdadera
alternativa al mismo Moisés. No está definido el profeta, porque es una misión
de mucha envergadura. Los cristianos, de una forma muy particular, lo aplicaron
a Jesús. Para muchos autores el texto de la sinagoga de Nazaret de Lc 4,16ss
tiene algo de ello, aunque sea otro texto de Is 61,1-2 el que lo sustenta
realmente.
I.3. Israel siempre suspiró por ese
profeta definitivo, escatológico, pero no supo verlo en el momento adecuado. Es
un texto que debe contemplarse como la gran alternativa a magos, adivinos,
vaticinadores, etc.. El profeta no es ese tipo de hombres, ni desempeña esa
función, como muchas veces se ha interpretado erróneamente. Su sintonía con
Dios radica en saber escuchar sus palabras en lo más profundo de su ser, y de
rastrear su impronta en la historia de los hombres. Es verdad que ha habido
profetas verdaderos y profetas falsos, pero el pueblo ha sabido distinguir
perfectamente entre unos y otros.
IIª
Lectura: Iª Corintios (7,32-35): Para dedicarse a las cosas del Señor…
II.1. La segunda lectura es un texto que
continúa con el tema de las preocupaciones de este mundo, como en el domingo
pasado. Le han preguntado a Pablo algunas cosas desde la comunidad de Corinto y
debe responder sobre el particular: ¿qué sentido tiene la virginidad, el no
casarse con respecto al matrimonio? (7,1-40). ¿Qué es lo mejor para un
cristiano o una cristiana? El contexto de lo que significaba el celibato y el
desprecio de la mujer en una ciudad con fama de libertina, como era Corinto, no
se puede obviar a la hora de valorar el conjunto.
II.2. Elegir el celibato con objeto de
estar más libre para las cosas del Señor: predicación, compromiso comunitario…
no debe significar un grado de perfección o un desenfoque desmesurado de la
vida cristiana. Pablo habla desde su experiencia personal: si hubiera estado
casado no podría haber trabajado de la misma manera en la predicación y en la
fundación de comunidades, con desplazamientos e incluso con persecuciones por
el anuncio del Reino… Pero su experiencia personal e intransferible no puede
ser modelo legítimo más que para aquellos o aquellas que quieren dedicarse con
absoluta libertad a esta causa. Fuera de ello, dedicarse al Señor y al Reino en
la vida familiar es posible y necesario, pero no sería legítimo abandonar esas
obligaciones que en el texto se llaman “del mundo” y que debemos entender como
las cosas perentorias de la vida de cada día. Y entre ellas complacer al esposo
o a la esposa y a los hijos
II.3. Sobre este texto se ha hablado
mucho con respecto a la mentalidad ascética de Pablo. Desde luego, no podemos
decir que el apóstol considera la vida célibe como más perfecta que la vida
matrimonial, pero llama la atención sobre el hecho de que los que elijan no
casarse -se está hablando de cristianos/as-, lo hagan con la intención de
dedicar su tiempo y su esfuerzo a la causa del evangelio, ya que las personas
casadas han de atender a las necesidades de la familia; sus preocupaciones por
lo necesario para una familia son más fuertes. La vida no matrimonial deja más
libertad para las obligaciones religiosas. Sin embargo, eso que Pablo escribió
en la perspectiva de una final que se esperaba (es el texto inmediatamente
anterior), cambia radicalmente en nuestro mundo y en la visión actual del
matrimonio y la familia cristiana, porque todos los cristianos, casados o no,
estamos llamados a dedicar nuestra vida a la causa del reino.
Evangelio:
Marcos (1,21-28): Las Buenas noticias de Dios, “desdemonizan”, es decir,
liberan.
III.1. El evangelio de Marcos nos
presenta la primera actuación de Jesús después de haber llamado a los
discípulos. Entran en Cafarnaún y después en la sinagoga. Este es un relato que
forma parte de un conjunto teológico, formal y literario, que se conoce como la
“jornada de Cafarnaún (1,21-3,6)”. El evangelio de hoy es digno de
consideración y de reflexión porque casi siempre se ha leído de una forma
neutral o insustancial. Pero esta escena tiene mucho de programa en el
evangelio de Marcos. Cuando en Mc 1,14-15 se anunciaba el tiempo nuevo, es
ahora cuando se va a describir por qué es verdaderamente nuevo y cuál es su
alcance. Los personajes son la “gente” y un “endemoniado”, es decir, los
sencillos y los oprimidos. No tendría sentido que tratemos de identificar la
“patología” de este enfermo, porque yo considero que la “patología”, además de
psicológica, viene a ser espiritual y teológica y, por lo mismo, no menos
humana.
III. 2. Comienza en el día del sábado,
dedicado al descanso para escuchar la palabra de Dios. Varias cosas debemos
retener de esta narración: Jesús es invitado a comentar las Escrituras, y desde
el comienzo, su enseñanza provoca la admiración, con toda seguridad por lo que
dice. La gente le reconoce «autoridad» (exousía), cuando sabemos que Jesús no
se había formado a los pies de un rabino, sino que todo lo sacaba de sí mismo,
desde su experiencia interior. Ello pone de manifiesto que está en sintonía
profética con Dios, y, por lo mismo, que se está cumpliendo lo previsto en el
texto de Dt 18. Debemos entender que aquí la autoridad tiene ese sentido de
fuerza profética que no se puede aprender en escuela alguna ni con ningún
maestro de la ley. Al principio y al final del relato el coro de la gente se
hace testigo de algo nuevo e inaudito. El “exorcismo”, como centro del relato,
es la excusa “histórica” para que la gente respire con la llegada de este
profeta a la sinagoga.
III.3. Le gente intuye que no es un
comentador ramplón de textos de la Ley o de los Profetas, sino un verdadero
creador de buenas noticias, con las que ha de enfrentarse a todas las
situaciones (en cumplimiento de Mc 1,14-15). Es verdad que el texto no nos dice
lo que Jesús hablaba, porque el objetivo en este caso es poner de manifiesto la
“fuerza” liberadora y salvadora de su palabra en aquel personaje misterioso que
se siente provocado por la explicación que Jesús hace de la Escritura. No
sabemos si está comentando un texto de la Torah (de la ley) o de los profetas,
como sucede en la narración de Lucas, en Nazaret (Lc 4,16ss). Pero el espíritu
del relato apunta claramente al mismo tenor de las buenas noticias, por las que
al hombre “enfermo” le aflora lo “endemoniado” que siempre había creído ser,
como le habían enseñado tradicionalmente los “teólogos” y terapeutas de
siempre.
III.4. La mentalidad de la época sobre
el “endemoniado” debe tenerse muy en cuenta a la hora de leer e interpretar
este relato. La palabra profética de Jesús hace que de aquél hombre salgan sus
males, su misma mentalidad demoníaca, que le había provocado la “doctrina”
tradicional y a-teológica de los encargados de la sinagoga. Es muy posible que
algunos interpreten la capacidad de Jesús para enfrentarse como un
psicoterapeuta al enfermo… pero sería demasiado técnico este asunto, Hay un
trasfondo religioso y teológico, que no podemos olvidar. Si era un enfermo,
estaba pagando alguna falta; esa era la tesis tradicional en el judaísmo de la
época. ¿No era eso para endemoniarse? Jesús, pues, rompe barreras; pone de
manifiesto la falsedad de una teología que atribuye a Dios lo que es de los
hombres, de sus mentalidades cerradas y anquilosadas en el pasado y en un Dios
sin corazón. Su interpretación hace de la sinagoga un verdadero ámbito de
libertad, donde se escuchan palabras de vida y no de muerte.
III.5. En este relato tan particular se
enfrentan dos mundos, el del enfermo y endemoniado con su doctrina y su mundo
roto en mil pedazos y el del Jesús, el profeta que, de parte de Dios, anuncia
un tiempo nuevo. Incluso los enfermos se resisten a dejar de ser lo que eran, o
los que los otros querían que fueran. Su venganza es decir quién es Jesús, el
“santo de Dios”, y esto en el evangelio de Marcos es como romper “el secreto
mesiánico” que solamente había de revelarse en el fracaso de la cruz (allí lo
hará un centurión pagano, Mc 15). Pero ya aquí se adelanta algo del triunfo de
Jesús. Al revelar el “endemoniado” quién era Jesús, estaba poniendo de
manifiesto que era capaz de reconocer la mano de Dios, como la gente, donde los
encargados y dirigentes de la “palabra” y de las cosas de Dios solamente se
ocupaban de condenar y de privar de dignidad y libertad a las personas. Este, y
no otro, es el sentido de este relato que, sin duda, tiene cosas históricas de
la praxis de Jesús de Nazaret. Pero lo más importante son sus significaciones,
expresadas simbólicamente y no por ello menos reales, para los que acogen el
mensaje nuevo de Jesús: las buenas noticias de parte de Dios, liberan psíquica
y espiritualmente. (Fray Miguel de Burgos Núñez O. P.).
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